Según un informe del Instituto Médico Europeo de la Obesidad con motivo de la celebración del Día Europeo de la Obesidad el 70% de los pacientes con obesidad logran alcanzar un peso normal gracias al método Sleeve.
Pero no podemos otorgar todo el mérito solo a la cirugía ya que para conseguir unos objetivos óptimos, el tratamiento de cada individuo debe tener un enfoque multidisciplinar.
El trabajo en equipo de médicos, nutricionistas, psicólogos y graduados en ciencias de la actividad física y del deporte es esencial tanto para perder el peso sobrante como para mantener esta pérdida a largo plazo.
“El éxito se debe al enfoque multidisciplinar del problema y al trabajo en equipo de médicos, nutricionistas, psicólogos y graduados en ciencias de la actividad física y del deporte”
Durante los primeros seis meses es muy importante que se realicen revisiones de forma semanal y cada 15 día durante el primer año. Durante este seguimiento lo que se procura es garantizar la instauración completa de hábitos saludables a largo plazo y descartar las recuperaciones posteriores del peso perdido.
Además, tras la cirugía bariátrica es importante acudir a nutricionistas y endocrinos en caso de presentar cualquier síntoma del síndrome metabólico como desajustes en la presión arterial, triglicéridos y colesterol, glucosa alta en la sangre o aumento de la grasa visceral.
¿Qué otros beneficios aporta el tratamiento multidisciplinar contra la obesidad?
Todos sabemos que la obesidad empeora la salud en general y es precursora de enfermedades bastante serias como la diabetes o las afecciones cardiovasculares.
Gracias al tratamiento multidisciplinar, además de perder peso, los pacientes experimentan un mejora significativa en su estado de salud con efectos como:
- La mejora de su metabolismo.
- Aumento de la resistencia física.
- Bajada de la tensión arterial.
- Reducción de los niveles de colesterol
- Disminución de la sensación de hambre.
Una dieta saludable, la mejor aliada
Hemos de recordar que la obesidad aumenta el colesterol “malo” con grasas saturadas. Para reducir los niveles de altos de colesterol debemos empezar por eliminar de la dieta las grasas hidrogenadas, presentes en productos ultraprocesados, carnes rojas y embutidos, quesos curados o de untar, artículos de repostería y con azúcares añadidos, entre otros.
Hay que buscar alimentos que nos aporten grasas saludables como pescado azul, las nueces, el aceite de oliva y los frutos secos, aumentar el consumo de fibras y productos integrales e incorporar avena, legumbres y cereales en nuestro menú.
También es interesante optar por carnes poco grasas, quitándoles la piel; eliminar la grasa visible de los alimentos; limitar el consumo de guisos y fritos; acompañar la carne preferiblemente con verduras u hortalizas de guarnición
En definitiva luchar contra la obesidad desde una perspectiva multidisciplinar es la mejor manera de hacer frente a esta enfermedad ya que tendremos a nuestro favor todos los factores que nos ayuden a cuidar nuestra salud y a mejorar nuestra calidad de vida