Hoy en día tenemos acceso a todo tipo de información acerca de cómo perder peso. Las redes sociales están llenas de consejos, rutinas de alimentación o dietas milagro que prometen bajar esos kilos de más en un tiempo récord. Esta sobre información se convierte en muchas ocasiones en desinformación y nos llevan a dar por verdaderos ciertos hechos que luego resultan ser todo lo contrario.

Últimamente hemos venido observando que hay ciertos mitos alimenticios que se van quedando en nuestra conciencia colectiva como verdades universales, requisitos necesarios que son obligatorios seguir si realmente queremos perder peso.

Empecemos por uno de los más extendidos; los carbohidratos engordan. Esta afirmación es totalmente falsa. Toda alimentación equilibrada necesita incorporar todos los grupos de alimentos.
Existen 2 tipos que carbohidratos; los carbohidratos tipo complejo, que podemos encontrar en frutas, verduras y cereales o los de clasificación simple que hallamos en los siropes, yogur o elaborados como pasteles o dulces. Los carbohidratos de tipo simple poseen grandes cantidades de azúcares que solo aportan calorías y de los cuales debemos evitar abusar.
Lo ideal es no eliminar los carbohidratos de las comidas, solo hay que aprender a identificar los distintos tipos para saber cómo comerlos de la forma adecuada.

Otra leyenda muy extendida es la de que si comemos dulces no perderemos peso.
Hacer una dieta no implica renunciar por completo a los dulces ya que como hemos mencionado anteriormente nuestro organismo necesita todo tipo de alimentos. El azúcar es esencial para aportar la energía necesaria para llevar a cabo nuestras actividades diarias y para que el cerebro funcione correctamente. Lo mejor es reducir el consumo de bollería en nuestro menú diario y aumentar un poco más la actividad física.

El pan y la pérdida de peso son incompatibles, cuántas veces hemos escuchado esta afirmación. Está demostrado que siempre y cuando no se sobrepasen las cantidades diarias recomendadas de tres a cuatro rebanadas de 50 gr al día, el pan no altera nuestro peso ya que se compone de 1 a 3 gramos de grasa por cada 100 gr de pan.
Por supuesto no debemos combinarlos con otros ingredientes como salsas o bocadillos, por su alto nivel de calorías. Lo que sí es beneficioso es ir cambiando de tipo de pan frecuentemente: de centeno, maíz, pasas, etc.

Los suplementos alimenticios te hacen engordar pero también te pueden ayudar a adelgazar. No todos los suplementos son iguales. Por ejemplo los suplementos de ácido clorogénico son eficaces para los regímenes dietéticos. Además, tienen propiedades antioxidantes y curativas en enfermedades del hígado, así como también reduce el riesgo de diabetes. Podemos encontrar este tipo de ácido, también llamado Svetol en granos de café verde en altas concentraciones. Se recomienda consumir suplementos que contengan al menos 45% de Svetol, y que sea natural, es decir, esté libre de otro tipo de ingredientes artificiales.
¿Y qué pasa con los batidos proteicos? No está mal consumirlos pero no es para nada aconsejable reemplazar las 3 comidas diarias por ellos. Si hacemos esto nos estamos privando de los nutrientes y vitaminas provenientes de los alimentos básicos.
Tomar batidos proteicos no nos hará perder peso por sí solos, hay que combinarlos con una dieta sana y una rutina de ejercicios.

Si alguien te dice que beber agua durante las comidas engorda, eso es falso. El agua no tiene calorías y si bebemos, lo único que aporta es sensación de saciedad. Además tampoco es cierto que si bebemos mucha agua propiciamos la retención de líquidos. Un organismo sano la desechará naturalmente a través de la orina. De hecho lo recomendable es tomar al menos un litro de agua al día para estar bien hidratados y evitar problemas de estreñimiento o la formación de cálculos renales. El agua también estimula la digestión y acelera el metabolismo, lo que resulta beneficioso cuando se quiere bajar de peso.