Hoy os contamos todo lo que necesitas saber sobre esta enfermedad y cómo prevenirla
La obesidad es una enfermedad crónica que se caracteriza por un exceso de grasa corporal que afecta negativamente a la salud. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad es uno de los principales factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión, cáncer y otras patologías graves.
Sin embargo, a pesar de su gravedad y su prevalencia, la obesidad sigue siendo una enfermedad rodeada de mitos, prejuicios y desinformación. Muchas personas tienen creencias erróneas sobre las causas, las consecuencias y los tratamientos de la obesidad, lo que dificulta su prevención y su abordaje adecuado.
En este artículo, vamos a desmontar algunos de los mitos más comunes sobre la obesidad y a ofrecerte información veraz y contrastada sobre esta enfermedad. Así, podrás conocer mejor sus factores de influencia, sus efectos sobre la salud y las opciones disponibles para combatirla.
Mito 1: La obesidad es solo cuestión de comer demasiado y hacer poco ejercicio
Este es uno de los mitos más extendidos y más dañinos sobre la obesidad, ya que implica que las personas con obesidad son responsables de su situación y que podrían solucionarla simplemente comiendo menos y moviéndose más. Sin embargo, la realidad es mucho más compleja y hay muchos otros factores que influyen en el desarrollo de la obesidad, como la genética, el ambiente, las enfermedades, los medicamentos, etc.
La obesidad es una enfermedad multifactorial que no se puede reducir a una simple ecuación de calorías ingeridas y gastadas. Por eso, es importante consultar con un profesional médico que pueda evaluar cada caso de forma individualizada y ofrecer el tratamiento más adecuado según las características y las necesidades de cada persona.
Mito 2: La obesidad solo afecta al aspecto físico, no a la salud
Otro mito muy frecuente es pensar que la obesidad solo tiene consecuencias estéticas y que no afecta a la salud. Esto es falso, ya que la obesidad tiene un impacto negativo sobre la salud física y mental de las personas que la padecen. Algunos de los efectos de la obesidad sobre la salud son:
- Aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión, el infarto o el ictus, debido al exceso de grasa que se acumula en las arterias y dificulta la circulación sanguínea.
- Aumento del riesgo de diabetes tipo 2, una enfermedad que se produce cuando el organismo no produce o no utiliza adecuadamente la insulina, la hormona que regula el nivel de azúcar en la sangre. La obesidad puede provocar resistencia a la insulina, lo que impide que la glucosa entre en las células y se acumule en el torrente sanguíneo, causando hiperglucemia.
- Aumento del riesgo de cáncer, especialmente de colon, mama, endometrio, páncreas, hígado, riñón, vesícula, ovario y próstata, debido al efecto de la grasa sobre las hormonas, la inflamación y el sistema inmunológico.
- Aumento del riesgo de enfermedades respiratorias, como la apnea del sueño, el asma o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), debido al exceso de grasa que comprime las vías respiratorias y dificulta la oxigenación de los tejidos.
- Aumento del riesgo de enfermedades psicológicas, como la depresión, la ansiedad, el estrés, la baja autoestima, el aislamiento social o los trastornos alimentarios, debido al exceso de grasa que afecta a la imagen corporal, la autoconfianza, las relaciones interpersonales y la calidad de vida.
Como ves, la obesidad tiene un impacto negativo sobre la salud física y mental de las personas que la padecen, lo que reduce su esperanza y su calidad de vida. Por eso, es importante tomar conciencia de la gravedad de esta enfermedad y buscar ayuda profesional para prevenirla y tratarla.
Mito 3: La obesidad se puede curar con cualquier dieta o producto adelgazante
Otro mito muy extendido es pensar que la obesidad se puede curar con cualquier dieta o producto adelgazante que prometa resultados rápidos y sin esfuerzo. Sin embargo, la realidad es que la mayoría de estas dietas y productos son ineficaces, peligrosos y contraproducentes. Algunos de los problemas que pueden causar estas dietas y productos son:
- El efecto rebote: Se produce cuando se pierde peso de forma rápida y drástica, pero se recupera en poco tiempo al abandonar la dieta o el producto. Esto se debe a que el organismo se adapta a la restricción calórica y reduce su metabolismo, lo que hace que se quemen menos calorías y se almacenen más fácilmente. Además, al perder peso se pierde no solo grasa, sino también músculo, agua y masa ósea, lo que afecta a la salud y al tono muscular.
- Malnutrición: Se produce cuando se sigue una dieta desequilibrada y carente de nutrientes esenciales, como las vitaminas, los minerales, los ácidos grasos, las proteínas o los hidratos de carbono. Esto puede provocar anemia, osteoporosis, debilidad, fatiga, caída del cabello, problemas de piel, uñas y dientes, alteraciones hormonales, etc.
- Deshidratación: Se produce cuando se pierde más líquido del que se ingiere, lo que puede ocurrir al seguir dietas diuréticas, laxantes o depurativas, o al consumir productos que provocan sudoración, vómitos o diarrea. Esto puede provocar mareos, dolores de cabeza, calambres, hipotensión, arritmias, insuficiencia renal, etc.
- La alteración del comportamiento alimentario: Se produce cuando se desarrolla una relación patológica con la comida, que puede derivar en trastornos como la anorexia, la bulimia, el trastorno por atracón, la ortorexia, etc. Estos trastornos se caracterizan por una obsesión por el peso, la imagen y el control de la ingesta, que puede llevar a conductas extremas como el ayuno, el conteo de calorías, los atracones, las purgas, el ejercicio compulsivo, el aislamiento social, etc.
Las dietas y los productos adelgazantes milagrosos no solo son ineficaces, sino que pueden ser muy perjudiciales para la salud. Por eso, es importante evitarlos y optar por métodos seguros, eficaces y personalizados para tratar la obesidad, como los que ofrece OBEcentro.
Mito 4: La obesidad se puede tratar con cualquier método
Otro mito muy común es pensar que la obesidad se puede tratar con cualquier método que se encuentre en internet, en revistas, en libros o en programas de televisión. Sin embargo, la realidad es que no todos los métodos son válidos, seguros o adecuados para cada persona. Algunos de los criterios que se deben tener en cuenta para elegir el mejor método para tratar la obesidad son:
- La evidencia científica: Es importante que el método que se elija esté respaldado por estudios científicos que demuestren su eficacia, su seguridad y su calidad. No se debe confiar en métodos que se basen en testimonios, anécdotas, opiniones o experiencias personales, ya que pueden ser engañosos, sesgados o falsos.
- La supervisión médica: Es importante que el método que se elija cuente con el seguimiento y el asesoramiento de un profesional médico que pueda evaluar el estado de salud, el historial clínico, las necesidades y los objetivos de cada persona. No se debe confiar en métodos que se ofrezcan sin ningún tipo de control, garantía o responsabilidad.
- La adaptación personal: Es importante que el método que se elija se adapte a las características, las preferencias y las circunstancias de cada persona. No se debe confiar en métodos que se presenten como universales, infalibles o milagrosos, ya que cada persona es única y requiere un tratamiento individualizado.
- La integralidad: Es importante que el método que se elija aborde la obesidad desde una perspectiva integral, que tenga en cuenta los aspectos físicos, psicológicos y sociales de la enfermedad. No se debe confiar en métodos que se centren solo en un aspecto, como la dieta, el ejercicio o la cirugía, ya que la obesidad es una enfermedad multifactorial que requiere un tratamiento multidisciplinar.
La obesidad es una enfermedad que requiere un tratamiento serio, profesional y personalizado, que se ajuste a las necesidades y los objetivos de cada persona.
Mito 5: La obesidad es una enfermedad incurable
El último mito que vamos a desmontar es el más desalentador y el más falso de todos: el de que la obesidad es una enfermedad incurable, que no tiene solución y que condena a las personas que la padecen a vivir con ella para siempre. Esto es totalmente falso, ya que la obesidad es una enfermedad que se puede prevenir, tratar y curar, siempre que se sigan las pautas adecuadas y se cuente con el apoyo necesario.
La obesidad es una enfermedad que se puede prevenir adoptando hábitos saludables desde la infancia, como llevar una alimentación equilibrada y variada, practicar actividad física regularmente, dormir bien, evitar el estrés, etc. Estos hábitos ayudan a mantener un peso saludable y a prevenir el desarrollo de la obesidad y sus complicaciones.
Esta enfermedad se puede tratar con diferentes opciones, según el grado, la causa y las características de cada persona. Algunas de estas opciones son el tratamiento médico, el tratamiento nutricional, el tratamiento psicológico, el tratamiento físico y el tratamiento quirúrgico. Estas opciones se deben elegir bajo criterio y supervisión médica, y se deben adaptar a las necesidades y los objetivos de cada persona
Acude siempre a centros médicos especializados
Cuando se trata de cuidar tu salud, la elección del entorno es esencial. Optar por centros médicos que cuentan con un equipo altamente capacitado, no solo proporciona seguridad, si no la tranquilidad de que todo saldrá bien.
La experiencia profesional y la supervisión médica directa son factores cruciales para garantizar resultados efectivos y seguros.
En OBEcentro contamos con el mejor equipo médico especializado en tratamientos contra la obesidad, con años de experiencia en el sector. Ponte en contacto con nosotros y confía en que tus necesidades serán atendidas por un equipo dedicado y profesional.
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