La obesidad es uno de los principales factores de riesgo que puede hacer que sufras trombosis venosa profunda. Cuando tienes además obesidad mórbida, que es aquella en la que el IMC supera los 40, el riesgo es dos veces mayor respecto de las personas que están en un peso saludable.
Respecto al rango de edad, es más habitual que sufran una trombosis las personas de entre 50 y 60 años. Pero debes tener en cuenta que la obesidad tiene un papel fundamental en el desarrollo de esta enfermedad, por lo que incluso sujetos más jóvenes pueden presentarla si tienen obesidad. De este modo, las personas obesas menores de 40 años tienen 5 veces más probabilidades de sufrir una trombosis venosa profunda que los que no son obesos y cuentan con la misma edad.
4 síntomas de la trombosis venosa profunda
Esta enfermedad tiene como manifestación, entre otros los siguientes síntomas:
- Dolor intenso
- Sensación de hormigueo
- Inflamación y rigidez en la pierna.
- Cambio en el color de la piel de la pierna, que adquiere un tono azulado cuando la circulación arterial es ya mínima.
¿Por qué la obesidad y la trombosis venosa profunda están relacionadas?
La trombosis venosa profunda es una enfermedad considerada muy grave porque existe el riesgo de que se desprenda y se desplace ese coágulo hacia otras partes del cuerpo. Si esto ocurre, se bloquea la circulación sanguínea.
- Con la obesidad se sufre un estado inflamatorio crónico y este provoca la activación de las vías de señalización protrombóticas en las células vasculares. La estimulación del endotelio vascular, de las plaquetas y de otras células vasculares circulantes por citocinas proinflamatorias conlleva una regulación positiva de los factores procoagulantes y de las moléculas de adhesión, y, además una regulación negativa de las proteínas que regulan los anticoagulantes, lo que conlleva un aumento de la generación de trombina y también la activación plaquetaria.
- La inflamación crónica también viene asociada a la desregulación de los mecanismos anticoagulantes endógenos, incluyendo al inhibidor de la vía del factor tisular, la antitrombina y la proteína C. Estas alteraciones conducen a un desequilibrio de la hemostasia y a un mayor riesgo de trombosis.
- Las condiciones inflamatorias como la obesidad vienen asociadas a niveles elevados en el plasma de determinados factores de coagulación, como el fibrinógeno, el factor von Willebrand y el factor VIII. Estos efectos están mediados probablemente por acciones de citoquinas inflamatorias sobre hepatocitos y células endoteliales.
Trata la obesidad y reduce el riesgo de trombosis
Es muy importante que te mantengas en un peso saludable porque con esto reduces el riesgo de sufrir una trombosis.
Uno de los tratamientos más recomendables en personas que tienen un IMC superior a 40, es la cirugía bariátrica, aunque también pueden llevarse a cabo en pacientes con un IMC menor si padecen otras enfermedades, como diabetes o apnea.
La cirugía bariátrica consiste en un conjunto de técnicas quirúrgicas que modifican el sistema digestivo para así reducir la capacidad de tu estómago y con ello disminuir la absorción de los nutrientes en el intestino.
Acude a tu especialista para recibir la ayuda necesaria y el tratamiento adecuado para que bajes de peso, ya que, con ello, las posibilidades de sufrir esta enfermedad se reducirán de manera importante.