Tu cuerpo tiende a regular la grasa que almacena a través del control de sensaciones como el hambre o la saciedad, la sensación de placer cuando comes y la cantidad de energía que gastas. Este busca alcanzar el equilibrio o una situación de grasa corporal ideal que no siempre coincide con la percepción exterior de nuestra propia imagen. El problema puede darse cuando ese equilibrio o esa cantidad de grasa puede desembocar en sobrepeso u obesidad.
Factores hereditarios que influyen en el aumento de peso
Las células donde se almacena la grasa corporal son las llamadas adipocitos. Estas acumulan en su interior grasa y energía y, además, conforman el tejido adiposo o graso. Los adipocitos blancos, presentes en los humanos adultos, contienen lípidos que ocupan casi todo el interior de la célula.
Se han identificado 500 factores hereditarios que influyen en nuestros depósitos de grasa. Entre otros podemos mencionar:
- Los que modulan la respuesta de tu cuerpo cuando comes demasiado.
- Cuando ayunas de forma prolongada.
- Cuando consumes energía.
- Los que te hacen elegir la comida que prefieres.
- Aquellos que te hacen sentir hambre o saciedad.
Aunque la genética influye de manera importante, a día de hoy cada vez son más los casos de obesidad que se diagnostican respecto a años anteriores. Esto se debe al aumento del consumo de azúcares y a que hacemos una vida más sedentaria.
Cómo influyen las hormonas en el sobrepeso y la obesidad
Lo primero que debes saber es que existe una hormona llamada leptina, que está vinculada con la reacción del cuerpo frente a la pérdida de peso. Esta la producen los adipocitos, de modo que cuanta más grasa corporal tengas, más leptina contendrá tu sangre.
Si pierdes grasa y disminuye la leptina, el cuerpo interpreta que estás perdiendo demasiado peso y reacciona aumentando la sensación de hambre. Cuando se produce este proceso disminuye tu metabolismo para que gastes menos energía y recuperes el peso que has perdido. La clave de esta hormona está en dificultar la bajada de peso y favorecer, sin embargo, el aumento.
Otra hormona que influye en el sobrepeso o la obesidad es la ghrelina que la produce el estómago y duodeno. Esta estimula el apetito cuando está alta en sangre.
Cuando piensas en comer aumenta y disminuye tras la ingesta de comida. También se incrementa cuando haces dieta o ejercicio y pierdes peso.
Si adelgazas, disminuye el gasto diario de energía hasta un 30%, y esta disminución metabólica se mantiene a largo plazo mientras sigas delgado.
¿Tenemos que pasar hambre para estar en un peso saludable?
Todos tenemos un nivel de depósitos de grasa que nuestro cuerpo considera normales y, generalmente, esta característica determinará, en su caso, nuestro sobrepeso y obesidad. Y por ello, en ocasiones, es tan difícil bajar de peso. Que conozcas este funcionamiento orgánico es muy importante para poder bajar esos kilos de más, ya que no siempre es una cuestión de voluntad.
En los casos de sobrepeso u obesidad asociados a enfermedades, los profesionales pueden prescribir medicamentos que ayuden a bajar de peso. Y si con estos tampoco se logra el objetivo, lo aconsejable y efectivo es acudir a la cirugía bariátrica. Esta técnica ayuda a perder peso al disminuir el volumen del estómago. También se puede modificar la anatomía del intestino y de las secreciones biliopancreáticas para que así el paciente absorba menos nutrientes. Es el método más efectivo para bajar de peso.
Ya sea por factores genéticos o, por llevar una vida sedentaria junto con una dieta poco saludable, el sobrepeso o la obesidad son perjudiciales para tu salud. Lo ideal es hacer ejercicio de manera regular y mantener una dieta sana y equilibrada. Si aun así no puedes mantener un peso adecuado y saludable, consulta con nosotros para ofrecerte un tratamiento adecuado para ti.
