La obesidad es un problema de salud global a la que se debe prestar una especial atención y tratar de forma adecuada para evitar sus graves consecuencias. Para ello contamos con una de las claves para combatirla: la cirugía bariátrica, que se emplea para tratar esta enfermedad. 

Se considera que esta técnica ha tenido éxito si se logra disminuir en un 70% los kilos que le sobran al paciente y si este consigue mantener su peso adecuado tras la operación. Además, este deberá seguir una dieta equilibrada y hacer ejercicio físico de forma regular. 

A continuación te hablaremos de las distintas técnicas para combatir esta enfermedad, de las personas que pueden tratarse con estas y otros datos sobre la misma. 

Pacientes que pueden ser candidatos

Existen pocos pacientes con enfermedades relacionadas con la obesidad para los que la cirugía está contraindicada pero, si la persona padece el síndrome de Prader-Willi, es decir, que come de forma compulsiva, con ansiedad, que no puede dejar de picar y sufre algún retraso mental, esta no se recomienda. Así lo explican desde la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad (SECO).

No obstante, desde las sociedades científicas proponen que se adelante la edad para pasar por quirófano a adolescentes de 16 años que padecen obesidad y se contemplan como casos graves de esta enfermedad. La obesidad puede provocar serios problemas de salud si se espera a que cumplan más años para realizar la intervención. 

La raza o el sexo del paciente no influye en la técnica que se aplique porque cada una de estas se adapta al tipo de paciente. 

Los candidatos 

Para poder someterse a cirugía, el paciente debe tener un Índice de Masa Corporal superior a 30.  Para aquellos que se encuentren entre  25 y 30, no está indicada la cirugía, si bien tienen sobrepeso, se les puede tratar con dieta y ejercicio. 

Entre 30 y 35 de IMC consideramos que es obesidad tipo I y son claros candidatos a la cirugía. Hay estudios que han demostrado que en enfermos con diabetes, por ejemplo, el hecho de pasar por el quirófano les aporta más beneficios que cualquier otro tratamiento médico que puedan recibir. 

Pacientes con un IMC entre 35 y 40 son diagnosticados de obesidad tipo II y, además, si padecen alguna enfermedad asociada a la obesidad, como diabetes, hipertensión, hígado graso, entre otras, sin duda, el tratamiento más adecuado y efectivo es el quirúrgico.

A partir de 40 de IMC estamos ante obesidad mórbida. En estos casos, el beneficio de la cirugía está por encima de cualquier tratamiento médico que se les dispense.

Parámetros que se utilizan 

El más utilizado es el sobrepeso, es decir, la diferencia que existe entre el peso adecuado y el actual. También se tiene en cuenta su historia clínica, ya que no es igual ser obeso desde  la infancia que el hecho de haber aumentado de peso ya en la edad adulta por factores como el embarazo o por sufrir depresión. 

Las técnicas quirúrgicas. 

Las técnicas quirúrgicas que se apliquen serán las que se adecuen a las características de cada paciente. Estas se pueden agrupar en tres tipos:

• Restrictivas
• Mixtas 
• De mala absorción.  

En cuanto a las técnicas más frecuentes se encuentran Sleeve Gástrico o Manga Gástrica, Endomanga, Método POSE, Bypass Gástrico, Banda Gástrica y Plicatura gástrica 

Resultados

Al margen de la técnica empleada, los pacientes reducen su peso desde el 70 hasta 100 por ciento de lo que les sobra. En los 6 primero meses tras la cirugía es cuando se observa una mayor pérdida de peso, y es el momento en el que se debe hacer más hincapié sobre los adecuados hábitos de alimentación y sobre la necesidad de realizar ejercicio físico.  Transcurrido un año, debe tenerse en cuenta lo que se ingiere y las calorías que se gastan para que el paciente no gane peso. 

En ocasiones encontramos el problema de que el sujeto que se sometió a la cirugía bariátrica no es constante a la hora de acudir a sus cuidados de mantenimiento. Al final, deja de acudir a la consulta del especialista y no se puede ejecutar un control exhaustivo sobre la efectividad de dicha cirugía. Si al final no cambia sus hábitos, puede volver a ganar peso. 

El sobrepeso no es solo una cuestión estética, cuando son excesivos los kilos de más, se convierten en un problema de salud. El tratamiento es necesario cuando ese aumento de peso provoca una serie de enfermedades asociadas a la obesidad. Si es tu caso, acude a los especialistas para que busquen el tratamiento que más se adecue a tu situación.