Cada vez son más los estudios que afirman que el sobrepeso y la obesidad se están convirtiendo en uno de los mayores factores de riesgo para la salud. De hecho se le llama la plaga del siglo XXI porque el número de personas con sobrepeso va aumentando de manera alarmante.
Los expertos nos advierten que la mejor opción para mantenerla a raya es llevar unos hábitos de vida saludable: hacer ejercicio y comer de forma sana y equilibrada.
Por nuestra experiencia conocemos a personas que viven una lucha incesante con la obesidad, sufriendo subidas y bajadas de peso constante y que van pasando de un régimen alimenticio a otro sin llegar a obtener los resultados deseados.
A menudo nos encontramos con que hay aspectos físicos, psicológicos y emocionales que juegan un papel decisivo para que una dieta no consiga su objetivo.
3 razones que impiden perder peso
El estado de ánimo
El estado de ánimo juega un papel fundamental en el éxito de las dietas. Si son demasiado estrictas y hacemos cambios de hábitos alimenticios radical, nuestro organismo puede reaccionar de diferentes maneras. Cansancio, dolores de cabeza, o problemas digestivos pueden derivar en cambios de humor bruscos que terminan provocando fatiga, irritabilidad y dificultad para concentrarnos.
¿Qué ocurre cuando nos encontramos mal? Pues que nuestro impulso natural es alejarnos de eso que “nos está haciendo daño”. Cuando esto ocurre nos invade un sentimiento de culpa que, unido al malestar emocional, provoca una gran sensación de frustración.
La clave es saber dónde está nuestro límite físico y psicológico y poco a poco encontrar un equilibrio que nos permita seguir adelante con la dieta y no tirar la toalla.
Hambre crónica
Los nutricionistas llaman “hambre crónica” a la sensación de no estar saciados nunca. Se trata de una señal de nuestro cuerpo que nos avisa de que la dieta está desequilibrada o es inadecuada para nosotros. Cuando esto ocurre, nuestro organismo intenta protegerse tratando de conservar sus reservas de energía con lo que la pérdida de peso es insignificante.
Para evitar esta situación hay que atender cada caso de forma individualizada y según las necesidades del paciente. Por lo general las dietas debe incluir alimentos saludables y frescos que contribuyan a aumentar nuestra sensación de saciedad.
El atracón emocional
Se entiende por atracón emocional a esas pequeñas “recompensas” culinarias que nos damos cuando tenemos un mal día, estamos un poco bajo de ánimos o simplemente queremos celebrar algo.
Desde nuestra infancia, tenemos esta conducta implantada que se encarga de relacionar respuestas emocionales positivas o negativas con la comida, lo que llega a convertirse en un acto reflejo e incontrolable. De hecho la probabilidad de que una persona emocionalmente inestable engorde es del doble frente a una estable.
En OBEcentro queremos ayudarte a conseguir tu objetivo. Perder peso no es solo cuestión de estética también lo es de salud. En nuestros centros creemos que cada caso es único y que la pérdida de peso debe ser abordada desde todos los puntos de vista médicos y profesionales: dietético y nutricional, psicológico, quirúrgico, médico estético, e incluso consideramos necesario incluir la fisioterapia y el deporte.
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