En este artículo, te contamos sobre la conexión entre la obesidad y la salud mental
La obesidad no se limita únicamente a la acumulación de peso en tu cuerpo, esta va más allá. Además de los riesgos físicos que conlleva, como enfermedades cardiovasculares y diabetes, la obesidad tiene un profundo impacto en la salud mental de las personas. Existe una conexión entre la obesidad y la salud mental, y puede afectar y provocar enfermedades como la depresión, la ansiedad, la percepción de la imagen corporal y la autoestima, así como el aislamiento social.
Depresión y ansiedad: cargas emocionales de la obesidad
Existe una conexión que no podemos dejar de lado entre la obesidad y la salud mental, aquí te contamos las cargas que conlleva.
La carga de la obesidad
La obesidad está vinculada de manera importante con un aumento de la probabilidad de sufrir depresión y ansiedad. Aquellas personas que luchan contra esta, frecuentemente experimentan diversos obstáculos emocionales, como la discriminación social, una autoestima disminuida, sentimientos de vergüenza e incluso estrés. Estas emociones tienen un impacto significativo en su salud mental.
El ciclo de la depresión y la obesidad
La obesidad y la depresión están estrechamente relacionadas y, a menudo, forman un ciclo complejo. Las personas que luchan contra la depresión suelen recurrir a la ingesta excesiva de comida como modo de hacer frente a sus emociones. Esta práctica normalmente conlleva un aumento de peso. Esto, a su vez, puede empeorar la depresión. Este círculo vicioso en el que se hallan requiere asistencia y tratamiento profesional para salir de él.
Imagen corporal y autoestima: el impacto de los estándares sociales y las expectativas de belleza irreales
Aquellos que luchan contra la obesidad a menudo experimentan una presión social constante debido a los ideales de belleza poco realistas promovidos por los medios de comunicación y la sociedad en general.
Las creencias sobre que la belleza está directamente relacionada con la delgadez pueden dar lugar a que uno mismo tenga de sí una imagen corporal negativa. Esto, a su vez, puede dar lugar a algunos problemas como:
Autoestima en peligro
La expectativa de satisfacer estos criterios sociales y sus estándares, puede provocar una disminución en la autoestima y enaltecer sentimientos de no ser suficiente. Las personas con sobrepeso u obesidad, en muchas ocasiones, experimentan vergüenza y desprecio hacia su propia apariencia corporal, lo cual llega a tener un impacto devastador en su bienestar emocional y, en última instancia, acabar en depresión.
Aislamiento social y soledad
La vergüenza y el aislamiento que algunas personas con obesidad sienten, les crea un estigma social que les lleva al aislamiento. Estos pueden sentir vergüenza de su apariencia y temor por el juicio que los demás realicen de ellos. Este aislamiento, en muchas ocasiones, lleva a la soledad, a la falta de apoyo social y, en última instancia, su salud mental se ve afectada significativamente.
La conexión entre la obesidad y la salud mental es innegable. Las personas que luchan contra la obesidad a menudo se enfrentan a desafíos significativos como el estigma social, la disminución de la autoestima, la depresión y la ansiedad en su vida diaria. Sin embargo, es esencial que comprendamos que la obesidad no define la identidad de una persona y que dar apoyo y un tratamiento adecuado es fundamental para ellas.
Si tu salud se ve comprometida por un problema de obesidad, no dudes en contactar con nosotros, ya que en OBEcentro nos complace ofrecer una amplia variedad de tratamientos diseñados para abordar la obesidad y ayudarte a recuperar tu bienestar y salud. Estamos aquí para apoyarte en tu camino hacia una vida más saludable.
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