Obesidad, causa de riesgo frente a la COVID-19

Abr 24, 2020 | Obesidad

Cada día que pasamos conviviendo con el COVID-19 y sufriendo sus consecuencias descubrimos nuevos datos acerca del virus y cómo se desarrolla la enfermedad. Algunos de estos datos nos ayudan a recortar la distancia hacia la ansiada vacuna y el tratamiento definitivo, mientras que otros nos enseñan cómo protegernos, a evitar el contagio e incluso a aprender cómo afecta a cada persona en función de su condición clínica.

Ante las últimas investigaciones, datos y estadísticas disponibles, se ha descubierto que la obesidad es una condición de riesgo, ya que las personas obesas son más propensas a sufrir complicaciones al contraer una infección por coronavirus. Se estima que más del 50% de personas que terminan necesitando respiración asistida son obesas o tienen un índice de masa corporal por encima de lo saludable.

¿Cómo afecta la obesidad a nuestra salud?

Las personas con un sobrepeso de más de 12 kg sufren un desgaste del sistema inmunitario que las deja más expuestas a las infecciones y enfermedades.

La obesidad acarrea problemas, como por ejemplo la apnea del sueño que provoca la llegada de menos oxigeno a las células. Por otro lado encontramos que el volumen de masa corporal dificulta procedimientos médicos como entubados, cambios de cama, ajuste de respiradores, movilizaciones en camillas o sillas, e incluso la toma de radiografías. Todas esas acciones son básicas en el tratamiento de una persona por coronavirus e inciden directamente en la tasa de supervivencia de los pacientes, ya que un diagnóstico rápido y una pronta respuesta frente a la infección son vitales en una situación de pandemia.

Correlación peligrosa

Según las últimas estadísticas dadas por diferentes organismos mundiales y los datos que se recaban a diario, la mitad de los pacientes con una necesidad de ingreso en la unidad de cuidados intensivos son personas obesas.

De entre los más de 5.000 pacientes que han habitado las UCIS de medio mundo desde el comienzo de la pandemia, al menos la mitad de ellos tienen una condición clínica común: la obesidad.

De hecho la obesidad se ha convertido en un marcador claro para identificar pacientes que terminarán requiriendo ventilación mecánica. Los estudios arrojan que hasta un 50% de los pacientes demandantes de respiradores son personas con un índice de masa corporal que los cataloga como “obesas”.

El alto índice de grasa en el cuerpo de estos pacientes condiciona el manejo de la ventilación mecánica y cuándo debe o puede ser retirada, llegan pacientes que pueden ver alargado su periodo de respiración asistida y su estancia en la UCI.
De hecho, se corre un mayor riesgo de que se presenten estados de inflamación crónica y aparición de trombosis que pueden ser fatales durante una infección por COVID-19.

Con estos datos en la mano y con la reciente pandemia podemos decir que sufrir obesidad va más allá de los problemas estéticos, ya que viene acompañada de afecciones multiplican los riesgos de sufrir complicaciones o incluso morir cuando nos vemos expuestos a virus y otras infecciones. Perder peso ya no es solo ganar calidad de vida, es tener más oportunidades de vivirla y de superar futuras enfermedades.
Ahora es el momento de acudir a profesionales que traten la obesidad y el sobrepeso y nos ayuden a disminuir aquellos factores de riesgo que elevan la mortalidad.

 

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