Hoy en día la obesidad se presenta como uno de los problemas de salud más importantes a nivel mundial. De hecho, se la conoce como una de las mayores epidemias del siglo XXI y se calcula que alrededor de un billón de personas en el mundo padecen obesidad o sobrepeso.
Este exceso de peso se puede deber a múltiples factores; estilo de vida, factores hereditarios, falta de actividad física, etc. Dentro de estos factores no debemos olvidar que hoy en día el entorno laboral puede ejercer gran influencia para que una persona sea propensa a padecer obesidad y sobrepeso.

¿Cómo puede influir el entorno laboral en la obesidad y el sobrepeso?

Actualmente vivimos en una sociedad que nos incita a llevar un estilo de vida rápido y a invertir un gran número de horas en nuestro lugar de trabajo. Como resultado, encontramos a muchas personas que llevan una alimentación inadecuada por falta de tiempo o que sufren ansiedad o duermen menos horas de las recomendadas. Todos estos factores son desencadenantes para sufrir obesidad, por lo que es muy importante que desde el entorno laboral se tomen medidas para prevenirla, ya que a largo plazo favorecerán tanto al trabajador como a la empresa.

¿Cómo afecta la obesidad al empleado y a la empresa?

Se conoce como obesidad al exceso de peso dado por un aumento de la grasa corporal. El hecho de padecer obesidad no solo está asociado a un aumento en la probabilidad de padecer múltiples enfermedades, sino que además las personas con un IMC mayor de 30 ven aumentado el riesgo de mortalidad en más de un 50%.

Como sabemos el estado de salud de los individuos es esencial para el desarrollo de sus capacidades. Una persona con sobrepeso es más propensa a presentar complicaciones como la diabetes mellitus, trastornos musculoesqueléticos, enfermedades cardiovasculares, asma, hipertensión arterial, artritis o incluso estrés o depresión. Estas dolencias producen limitaciones para que una persona pueda desarrollar su actividad laboral de forma normal, influyendo negativamente en su productividad.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO), una persona obesa experimenta un aumento del 50% en la pérdida de productividad y requiere un 88% más de visitas médicas que una persona sana.

Por otro lado, hemos de tener en cuenta que poco a poco estamos alargando la edad para jubilación. Se prevé que para 2050 esta edad se sitúe en torno a los 70 años. Y aunque la esperanza de vida es más larga, la longevidad de los empleados se puede convertir en una desventaja. En este sentido la empresa debe procurar adaptar entornos favorables para las personas de edad avanzada, que en ocasiones presentan un mayor número de enfermedades tales como el síndrome metabólico o la obesidad. Muy a menudo nos encontramos ante casos en los que las empresas se ven obligadas a optar por una prejubilación debido a la incapacidad de sus trabajadores para desarrollar su trabajo con normalidad.

¿Qué puede hacer una empresa para luchar contra la obesidad?

Según un estudio, de media, la obesidad mata a una persona cada 20 minutos en España y a casi 3 millones mueren anualmente en el mundo. Por este motivo, tratar la obesidad en el trabajo debe ser un compromiso que cambiará de manea radical la salud y a vida del trabajador.

En ese sentido, las empresas deben ser capaces de proporcionar a sus empleados alternativas para llevar un estilo de vida saludable y combatir la obesidad. Estas iniciativas deben incluir acciones que incentiven un estilo de vida saludable a través de la dieta y el deporte, además de ocuparse de tratar el factor psicológico pues algunas de las consecuencias de la obesidad son la baja autoestima y la depresión.

Por su parte, la empresa se beneficiará a su vez de las medidas empleadas, ya que sufrirá una menor rotación de personal y obtendrá un ambiente laboral que fomentará la productividad y el trabajo en equipo.

En definitiva, cuanto más ayuda tengamos para frenar la obesidad mejor para la salud de todos. Hay que hacerle frente desde todos los campos, por lo que es muy importante que tanto trabajadores como empresarios se involucren activamente en ello, porque, al fin y al cabo, todos saldremos ganando.